sábado, 5 de julio de 2014

La alimentación en el verano

   Llega el verano y, con él, las vacaciones y muchos nos queremos olvidar de las obligaciones, las dietas y los hábitos. Al romper las rutinas, rompemos también nuestros hábitos alimentarios: variamos los horarios de comida y comemos alimentos que, posiblemente, no sean los más beneficiosos para nuestro organismo. Comemos fuera de casa y nos relajamos a la hora de escoger alimentos más saludables, pudiendo provocar problemas gástricos, ganancia de peso y perder todo el esfuerzo que se ha realizado durante el año por seguir una alimentación equilibrada y variada, que no debe cambiar en verano.

   Con las vacaciones, sólo pensamos en disfrutar de nuestro tiempo libre y nos despreocupamos de nuestra alimentación. Nosotros tenemos la clave: la dieta mediterránea.

    Os apuntamos unos consejos que nos pueden ayudar a mantener la dieta equilibrada en verano:

  • Realizar 5 comidas al día y mantener los horarios, evitando así comer en exceso en las comidas principales.
  • Mantener un hábito de hidratación adecuado. Es aconsejable beber alrededor de 2 litros de agua al día. Debemos evitar bebidas azucaradas, pudiendo incluir zumos, limonadas, té helado o refrescos sin azúcar.
  • Escoger alimentos de temporada, como frutas y verduras, que nos aportan nutrientes esenciales y pocas calorías, además de ser alimentos refrescantes.
  • Al comer fuera de casa, elegir platos realizados con técnicas culinarias sencillas (plancha, brasa, asado, parrilla, vapor…). Además, podemos elegir guarniciones más saludables, como verduras, frente a alimentos más calóricos, como las patatas fritas.
  • Elegir helados menos calóricos, como son los de hielo o de yogur, evitando los de crema.

   En épocas de calor el cuerpo agradece comidas ligeras y refrescantes. Así pues, se deben consumir alimentos de todos los grupos para conseguir una dieta equilibrada y variada, con posibles variaciones en las formas de cocinado. Siguiendo la cocina mediterránea, os recomendamos:

  • Primeros platos:

- Ensaladas elaboradas con multitud de ingredientes diferentes. Además, pueden ser platos completos según lo que se añada: salmón ahumado, aguacate, atún, patata cocida, pimiento rojo, legumbres, arroz, pasta, verduras, palitos de cangrejo, queso fresco, etc.



¿LEGUMBRES EN VERANO? Sí. Las legumbres son alimentos con un importante valor nutricional. Poseen igual o mayor cantidad de proteínas que las carnes. 100 gramos de lentejas aportan 23 gramos de proteínas; 100 gramos de solomillo de ternera aportan 19,3 gramos de proteína. Además son ricas en fibra y aportan 0 colesterol.

- Sopas y cremas frías como gazpacho, salmorejo y crema de pepino. Son platos con alto contenido en fibra y bajos en calorías.


- Las paellas con verduras y pescado

  • Segundos platos:

- Recetas de huevo, pescado y carnes ligeros, a la plancha, al horno, con verduras y a la parrilla. Son formas de cocinado menos grasientas para que las digestiones sean más ligeras.

 
- Pescados y verduras a la parrilla: calabacín, cebolla, pimientos, berenjena, tomate, espárragos trigueros, y pescados como salmón, sardinas, caballa, trucha, etc. Podéis hacer a la barbacoa brochetas que intercalen pescado y verduras, como salmón-langostino-pimiento-tomate o con sepia.


- Mejillones al vapor con vinagreta de tomate, cebolleta, pimiento verde, aceite, vinagre y sal.

  • Postres:

- Frutas frescas de temporada, que aportan gran cantidad de agua.


- Yogures y, de forma esporádica, helados caseros elaborados con zumos de frutas naturales.



   En verano es necesario hidratarse continuamente. Las frutas y las verduras de nuestra dieta aportan gran cantidad de agua, lo que ayudará a mantener un buen estado hídrico.

Los refrescos azucarados tienen muchas calorías y no quitan la sed, así que no es una buena opción elegirlos para acompañar comidas o cenas.

   Por otro lado, en verano se suele abusar más del alcohol. La bebida por excelencia en las típicas terrazas veraniegas es la cerveza. Cualquier bebida alcohólica aporta 7 kilocalorías por gramo, así que por la parte calórica, se debe consumir con moderación. 

   Y un apunte final: el pescado debe cocinarse bien, para evitar el temido anisakis. Para eliminar este parásito se requiere un cocinado mínimo a 55 ºC durante un minuto o congelarlo a temperaturas inferiores a -20ºC durante 24 horas.


Fuentes: www.alimentacionynutricion.org y www.fuenlabradanoticias.com


 

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